Hay muchas formas de entender el retro entre las cuales se encuentra el coleccionismo. Y en este caso, por desgracia, hay mas máquinas que cajas en las que venían originalmente, que teniendo en cuenta la vinculación emocional con el sistema se comprende que se quiera el “paquete completo” de la experiencia. Una de las formas de subsanar esto es con replicas lo mas cercanas posibles a la original. Por así decirlo, “emularla” de forma que aun sabiendo que no es la original, permita recrear las sensaciones de ver y manipular el aparato en su lugar de almacenamiento.
Y con esta premisa, teniendo en cuenta además mis limitaciones dentro del mundo de la edición gráfica, del que soy usuario eventual, me embarqué en la tarea de replicar una cubierta de las cajas de ordenadores clásicos, a mi juicio realmente complicada, la del ORIC-1, para, con posterioridad, buscar la forma de hacer la caja contenedora del aparato.
Físicamente la caja original del Oric-1 está compuesta por dos piezas de poliestireno expandido que al apilarlas forman el bloque contenedor que se enfunda con una lámina impresa en forma de tubo rectangular, que sujeta el conjunto conformándolo como una sola unidad.
La tarea no era baladí. Había que resolver varios problemas. Encontrar la fuente de la letra original, despejar un gráfico irreproducible “pisado” por otros componentes impresos, que además aparece en dos lugares, replicar lo mas fielmente posible los colores, aumentar la calidad de la imagen y tratar de gestionarla finalmente de forma vectorial para que el tamaño y la calidad no fueran un gran inconveniente a la hora de reproducirla. La intención inicial era una replica perfecta, pero tras aceptar mis limitaciones, resolví que lo mejor sería una reinterpretación lo mas cercana posible a la fuente, respetando su esencia. Algo que si se miraba aislado pasara por un original, o al menos, se le pareciera lo suficiente como para mantener la sensación de “guardar el aparato en su caja”.
Cualquiera podría pensar que hubiera sido suficiente con escanear la caja original y hacer una labor de retoque digital. Tal vez alguien que se dedique a eso profesionalmente. Para mi y mi nivel actual, imposible. Especialmente teniendo en cuenta la calidad del grano de la fuente original, además de la enorme cantidad de imperfecciones que tenía la caja de la que partí. Describiré someramente en este documento el proceso y las herramientas que usé hasta obtener el resultado final. He de decir que yo uso Linux como sistema de trabajo diario, pero todos los pasos que dí deberían servir en cualquier sistema que se use a día de hoy, porque las herramientas que usé son comunes.
La funda está compuesta esencialmente por una gran cantidad de texto sobre un gráfico muy localizado que muestra al aparato rodeado de una especie de nube con tres estrellas y a su vez, todo sobre un fondo negro o gris muy oscuro. Tras escanearla en una copistería y tener el fondo sobre el que trabajar, lo primero que decidí hacer fue localizar la fuente que se usó originalmente. Después de darle algunas vueltas, pensé que ya que hay webs de todo tipo, quizás habría alguna que buscara las fuentes por ti, y no solo hay una, hay varias que lo hacen y su resultado es espectacular. Solo hay que poner una imagen con un texto, y la web te proporciona el nombre de la fuente, que solo resta localizar, bajar y usar. Usé un programa de diseño vectorial para el tratamiento general del contenido: “Inkscape”. Una vez instaladas las fuentes, abrí el programa, importé las diferentes caras de la caja escaneada, y me puse a replicar los textos añadiéndolos sobre la imagen original, usada como referente posicional.
A continuación, abordé el tratamiento de la imagen. Había que limpiar de ella las imperfecciones, llenar los huecos ocupados por el texto que la pisaba, eliminar el fondo desgastado, reincorporar una imagen mas limpia del Oric, y finalmente integrarla en el nuevo diseño. Para ello, pensé que si había funcionado una vez, ¿Por que no funcionaría dos?, por lo que recurrí una vez mas a la web. La idea era buscar un sitio que corrigiera el grafico automáticamente. Lo intenté, pero no encontré algo tan avanzado, por lo que fui por pasos. Primero busqué algo que limpiara las rascaduras, rayas y cortes, y encontré sitios que lo hacían muy bien, pero no perfectamente, por lo que recurrí al programa de edición de imágenes “GIMP”. Ahí pude terminar la eliminación de imperfecciones.
El paso siguiente era sustancialmente mas complicado porque había que eliminar las letras sobre la imagen. Hay muchas maneras de atacar este problema, e intenté algunas sin mucho éxito, pero lo que mejor funcionó fue otra web en la que se bajaba la imagen y señalando la zona a cubrir y el sistema lo hacía de forma realmente efectiva componiendo el fondo de forma coherente con el contexto gráfico que lo rodeaba, pero eliminando lo indeseado.
Finalmente, diseñé vectorialmente unas estrellas/brillos parecidos a los de la caja, pero incorporándoles elementos de los carecían los originales, otorgándoles mayor definición. Y ya con todos los elementos que componen la caja por separado, solo quedaba colocar cada cosa en su sitio, adaptar el conjunto al tamaño original, exportarlo a “PDF” e ir a hacer unas pruebas de impresión en algún comercio de reprografías.
El resultado final no ha sido perfecto, pero estoy convencido que sacará mas de una sonrisa a los poseedores de un Oric-1, incluido el que suscribe.
Una vez terminada la funda, quedaba crear la caja contenedora. Aquí quería la cuadratura del círculo: Una forma que funcionara, barata, con materiales sencillos y asequibles en cualquier lugar, que mantuviera la forma original a nivel externo y que fuera capaz de contener eficientemente lo que hacia falta: El aparato, la fuente, un casete y el manual. He probado el cartón corrugado de 2 milímetros con un diseño impreso en papel pegado, para ver donde hacer los cortes y donde los pliegues, pero aunque funcionó, es demasiado complicado como para que sea accesible a todo el mundo. Amigos de “Canarias Go Retro” me han sugerido varias opciones que estoy actualmente valorando, y espero tener uno o varios diseños funcionales en no mucho tiempo con diferentes materiales que recogeré en otro artículo, cuando estén disponibles.
En cualquier caso, aunque aún no se encuentre la caja disponible, me satisface especialmente el que aquellas personas que, como en mi caso, dispongan de la caja, pero no de la funda, o esta esté muy estropeada, ahora ya pueden disponer de una alternativa.
Para terminar, he de agradecer la enorme labor de todas las personas que indirectamente han colaborado con desarrollo de este proyecto. Agradecer de forma particular a nuestro compañero y amigo de CGR, Adan Jerez, sin cuya colaboración e implicación en el proyecto, no solo prestándome las cajas para poder trabajar directamente con la fuente original, sino aconsejándome sobre cada uno de los avances que iba consiguiendo en cada una de las fases de progreso del diseño, posibilitó de manera indiscutible su conclusión. También a las personas cuyo trabajo pasa desapercibido la mayoría del tiempo, pero que facilitan el trabajo a miles, probablemente millones de creadores de contenido, entre los que me encuentro. Hablo concretamente de los creadores/mantenedores de “Inkscape”, “Gimp” y “LibreOffice”, con el que escribo estas lineas. Por ello, animo a cualquiera que lo estime a bien, el donarles la cantidad que puedan, siempre y cuando les sea posible, y para eso les pongo enlaces a sus respectivos sitios web. He de aclarar y declarar que yo no tengo vinculo con ninguno de estos proyectos, mas allá del emocional al agradecerles su labor.
Enlaces:
- “Gimp”: https://www.gimp.org/donating/
- “Inkscape”: https://inkscape.org/support-us/donate/
- “LibreOffice”: https://es.libreoffice.org/colabora/
Páginas webs que me ayudaron en la labor de composición de la funda de la caja:
- https://www.whatfontis.com/
- https://www.fontseek.com/
- https://imagecolorizer.com/repair.html
- https://cleanup.pictures/
2 comentarios:
Impresionante el trabajo que has realizado para hacer la "funda de la caja". Espero ansioso el próximo artículo de la caja
¡Eres el puto amo! Ahora los 10 Orics que se vendieron y que están por ahí sin caja no sentirán frío nunca más. No en serio, muy bueno. ¿Para cuándo la del C64?
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