La gran oferta de emuladores es de las cosas que más me gustan de los tiempos neo-retro que vivimos ya que nos permite "usar" nuestras máquinas sin sacarlas de su protector letargo y también disfrutar de aquéllas que nunca tocamos en la época. Por ello lo primero es agradecer todo el trabajo a los programadores que nos regalan su tiempo y dedicación para que estos sistemas sigan vivos.
Un buen día me vino a la cabeza la idea de hacer algo en el primer Mac, el icónico, el que todos tenemos en mente cuando escuchamos el nombre, el del famoso anuncio de TV de 1984.