Una de las cosas con las que uno soñaba de niño era poder crear un juego como los de nuestros microordenadores o consolas. En el caso de las computadoras, la cosa era accesible ya que multitud de lenguajes y herramientas ya estaban disponibles en esa época. Pero ver un juego tuyo en una consola estaba sólo al alcance de la imaginación.
Hoy día todo está a más cerca. Arduboy es un ejemplo de neo retro muy asequible que permite exactamente eso. Arduboy es una consola portátil, realmente portátil, que podemos programar nosotros mismos o cargar con alguno de los cientos de juegos creados por la comunidad de usuarios.
Arduboy recuerda a una Gameboy en miniatura y es aproximadamente del tamaño de una tarjeta de crédito. Cuenta con un D-Pad en el lado izquierdo y dos botones de acción en el lado derecho, como en la Gameboy real.
Arduboy viene con una pequeña pero impresionante y brillante pantalla OLED e incluso tiene un sistema de altavoces de dos canales incorporado. Se puede utilizar hasta ocho horas antes de necesitar recargar la batería.
¿Qué lleva dentro? Las especificaciones del fabricante:
1-Bit OLED Matrix Display, 128x64 Pixels8-Bit Microcontroller, ATmega 32u416Mhz, 32KB Flash, 2.5KB RAM, 1KB EEPROM6 Hour Battery, 180mAh Lithium PolymerArduino CompatibleUSB Recharge and Reprogram6 Soft Click ButtonsRGB LED and Piezo Speaker
La clave está en "Arduino Compatible".
¿Y qué es Arduino?
"Arduino es una plataforma electrónica de código abierto basada en hardware y software de fácil uso. Las placas Arduino son capaces de leer entradas - luz en un sensor, un dedo en un botón, o un mensaje de Twitter - y convertirlo en una salida - activando un motor, encendiendo un LED, publicando algo en línea. Puedes decirle a tu placa qué hacer enviando un conjunto de instrucciones al microcontrolador de la placa. Para hacerlo, utiliza el lenguaje de programación Arduino (basado en Wiring), y el Software Arduino (IDE), basado en Processing.
A lo largo de los años Arduino ha sido el cerebro de miles de proyectos, desde objetos cotidianos hasta complejos instrumentos científicos. Una comunidad mundial de creadores -estudiantes, aficionados, artistas, programadores y profesionales- se ha reunido en torno a esta plataforma de código abierto, sus contribuciones han sumado una increíble cantidad de conocimientos accesibles que pueden ser de gran ayuda tanto para los principiantes como para los expertos."
Todo eso está muy bien pero lo que interesa al retro entusiasta es cómo se convierte eso en una máquina de juegos programable. Aprovechando el mismo IDE de Arduino, usando un cómodo C++ y disponiendo de una amplia biblioteca de métodos y funciones para gráficos y sonido, la creación de juegos es bastante simple.
La misma web de Arduboy enlaza con tutoriales y foros en los que recibir ayuda. Además existe una revista online con muchos consejos para programar los juegos.
Los cientos de juegos disponibles hechos por los usuarios se publican junto al código fuente, lo cual también es una gran ayuda a la hora de consultar cómo se hacen las cosas (siempre que a uno le apetezca sumergirse en código ajeno...).
Cuando compré mi Arduboy hace unos años vi un poco incómodo escribir el programa en el PC, subirlo a la consola vía su conexión USB, probarlo, volver al PC, repetir proceso para cada pequeño detalle (y para esa pequeña pantallita)... Me desanimé. Por suerte, pronto un generoso usuario desarrolló un emulador que se puede usar online o desde el PC y así hacer todo el proceso de creación cómodamente en el ordenador y pasarlo a la consola solamente para los ajustes finales. Otros usuarios han creado herramientas para creación y conversión de gráficos al formato Arduboy que son una gran ayuda. Armado con eso, mis escasos conocimientos de C++, el tiempo disponible por el confinamiento, las ayudas de los tutoriales y la revista, en unas semanas vieron la luz tres juegos sencillísimos que no ganarán ningún concurso pero que cumplieron la ilusión de niño de tener mi propio juego en una consola.
Para los que hemos luchado a brazo partido con las limitaciones de nuestros ordenadores de 8 bits, Arduboy es una delicia de programar llena de ayudas para el usuario y curiosidades como que todo se dibuja en un buffer y luego se vuelca en la imagen. Esto nos permite olvidarnos de la pesadilla que era manejar todos los cambios en pantalla para conseguir movimientos fluidos.
Conclusión: Yo me he divertido muchísimo.
Sea para programar, sea para jugar, recomiendo rotundamente este juguetito neo-retro.